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domingo, 17 de abril de 2011

Physical Inmortality: Two Powerfull Words

 

by Leonard Orr

A mind expanded by a new idea can never return to its former size. Two common words in everyone’s vocabulary when combined into one idea become one of the most powerful ideas in the universe. Physical is a very common word. Immortality is also a common word. When you combine them, you get the idea of physical immortality. I’ve been exposing people to the idea of physical immortality for over 30 years.
Physical immortality means victory over physical death. It means body and mind mastery. Our Spirit is already an immortal master. This simple thought of physical immortality makes us realize that although death may be popular, it is not inevitable. Physical death is optional. The whole purpose of Jesus Christ was to teach us this. But Jesus was not the first nor the last human to conquer death. The Hebrew Bible is about five main immortal humans: Elijah, Moses, Melchizadek, and Enoch. In the beginning of Bible history, everyone lived 500 to 1000 years. India has its immortal yogis. Every continent has its favorite immortals, including native Americans. I’ve made this one of my favorite research projects for 37 years. Why do Christians die? Why? If Jesus died to save us from sin and death?
The founders and heroes and heroines of most religions who conquered death do not have a local address on planet Earth. When I learned about the immortal yogis who do, I was so excited I couldn’t wait to meet them. Since my first trip to India in 1977, I have met over 8 immortals who each have maintained their body for at least 300 years. People have to be at least 300 to qualify for my research. I know of many more that I haven’t had a chance to meet yet.
I’ve met several who are over 2000. These are yogis who have maintained a local address on planet Earth for over 2000 years. I’ve written books about two of them: Babaji and Bhartriji. People often tell me that after my lecture or book in which the idea of physical immortality got their attention, they couldn’t stop thinking about it for several years. It makes so much sense. How could people be blinded by the death is inevitable belief system for so long?
After teaching the truth about physical immortality for over 30 years, I’ve concluded that the reason people don’t like to know about it is because it I involves a little spiritual work and personal changes. Physical immortality is the natural result of a mind filled with wisdom and aliveness.
The three basic causes of death are:
  1. ignorance
  2. emotional energy pollution
  3. poor diet.
Therefore, to master death you have to do three things:
  1. Master the idea of physical immortality, which involves living from Spirit, our natural divinity.
  2. Unravel our own death urge, which we received from our parents and encourage all the people in our environment to do the same. Learn how to keep our energy body & emotional mind clean and balanced through spiritual purification practices.
  3. Learn the power of nutrition and fasting and the other simple and pleasurable habits that give us body mastery. Becoming a vegetarian is basic!
See Complete article in : http://www.rebirthingbreathwork.com/node/39

jueves, 14 de abril de 2011

Teoria y Filosofia de la Vida Eterna 1

http://www.angelfire.com/in4/alchemy2084/inmortalidad3.html

Las objeciones que se oponen a la Vida Eterna se basan, invariablemente, en limitaciones del pensamiento. Una objeción clásica que plantean con frecuencia quienes nunca se han detenido a pensar en la Inmortalidad es: "¡Qué horror!" ¡Con lo miserable que es esta vida que llevo! Seria un infierno seguir ligado durante toda la Eternidad a este cuerpo deteriorado que no funciona muy bien que digamos."
Lo que en realidad están diciendo estas personas es: "Me siento desdichado con la Vida y no veo forma de solucionar mis problemas. Creo que el escapar de la Vida por medio de la muerte me facilitaría la resolución de mis problemas." Cualquier filosofía auténticamente inmortalista da una respuesta clara y constructiva a este tipo de malentendidos. Ni la Inmortalidad genética ni las píldoras elaboradas en el laboratorio darán nunca resultado. Sencillamente, quedarían en manos de los ricos y los poderosos sin que la humanidad en su conjunto llegara a disfrutar de ellas. En la actualidad son numerosos los humanistas ateos que escriben acerca de la Inmortalidad Física. Si bien estos autores ofrecen percepciones de indudable valor, su enfoque es decididamente equivocado, pues la Vida Eterna ha sido siempre y siempre será una Vedad espiritual profunda. Una cualidad fundamental que deben desarrollar todos los aspirantes a inmortales es un Amor ardiente y apasionado por la Vida - por la Vida en su Totalidad. La Filosofía Inmortalista exalta la Vida como el fenómeno más sagrado y divino del Universo.
Entre los temores que opone a la Inmortalidad el pensamiento mortalista y limitado podr&iacut;a citar asimismo: el temor a envejecer y marchitarse, el disgusto hacia el popio cuerpo o sexo y el temor a quedar atrapado en la Inmortalidad eternamente contra la Voluntad de uno mismo. A estas alturas, espero que el lector atento sea capaz de responder sin problemas a estas objeciones. La Inmortalidad supone un Dominio absoluto del Cuerpo. Cada uno de nosotros posee una hermosa Imagen Divina que se manifiesta plenamente cuando alcanzamos la Inmortalidad Física. Los Inmortales se SIENTEN TOTALMENTE A GUSTO en su Forma Física, tanto hombres como mujeres. La Inmortalidad es la uacute;nica forma de Existencia Divina en la que gozamos de absoluta libertad de Elección. Si, tras haber sido Inmortal durante miles de años, decides retornar a la muerte y al sufrimiento, nadie te lo va a impedir. En todo momento, los Inmortales tienen libertad para crear cualquier realidad que desee su Volutad Verdadera liberada. Pueden decidir adoptar la apariencia de los 18 años, como sucede a menudo en el caso de Maria, o de los 6.000 años, con cabellos blancos como la nieve, como suele manifestarse Enoc. Los Inmortales no sufren el influjo de los conceptos culturales relativos a laedad y a la vejez: pueden rejuvenecer rápidamente a Voluntad. Se muestren con 18 o con 6.000 años, los Inmortales son siempre bellos, llenos de energía y rebosantes de salud. La Carne Incorruptible es una uniín perfecta de Estructura y Energía Divinas: pura, relajada, activamente Despierta, radiante y desbordante de un SENTIMIENTO continuo de Dicha Absoluta.
Los Inmortales no piden excusas por Amar la Vida sin restricciones. Las filosofías que rechazan la Inmortalidad Física tienen un carácter dualista y establecen una pugna entre apego y desapego, entre permanencia e impermanencia. Tomemos un ejemplo evidente: un error muy común consiste en pensar que no debemos apegarnos la cuerpo físico por cuanto es impermanente. Esta idea drea una separación, un dualismo: debemos unir el Yo superior a la Divinidad, separándolo de todo aquello que no tenga carácter divino. El cuerpo se considera, equivocadamente, como algo no Divino, una ilusión, algo perverso.
La Filosofí y la Experiencia Inmortalista aúna al Creador y la Creación en un Todo Unico, Divino, El cuerpo se percibe como el Templo de la Verdad más sagrado, destinado a no destruirse jamás. La materia es sagrada, viva, Divina. La Divinidad está absolutamente unida a la Vida. Una de las Revelaciones más profundas a las que tiene acceso la Conciencia Inmortal se produce cuando se establece el contacto con la Voluntad Verdadara presente en cada partícula iota de la Creación. El nivel de las partículas iota constituye el tejido microcósmico final, situado en los mismos límites del vacío: son las partículas subatómicas más diminutas que existen. El Mensa je que nos transmite continuamente la Voluntad Verdadera desde todas y cada una de las partículas iota dudara por un solo instante, o perdiera la Voluntad de alcanzar la Inmortalidad Física, el Universo desaparecería para siempre... Tan unidas están la Divinida y la Vida. Los inmortales no tienen reparos en proclamar esta misma Dedicación desde el mismo tejido de su Carne: Que la Palabra se haga Carne.
Copyright © 1999 Robert Coon

HeLa: Las primeras células humanas Inmortales

 http://www.neoteo.com/hela-las-primeras-celulas-humanas-inmortales-15154

Muy conocidas en el ambiente científico, las células HeLa pueden considerarse la primera línea de células humanas inmortales. Llevan más de 50 años sirviendo de fuente de investigación en el campo médico y siguen tan frescas como el primer día. Entendiendo siempre lo que significa “ser inmortal” para una célula. Vamos a conocer a estas desafiantes muestras de la biología imperecedera y de la triste historia humana que hay detrás.

  • Henrietta posa en esta foto sin conocer su trágico destino Henrietta posa en esta foto sin conocer su trágico destino
    Se llamaba Henrietta Lacks. Nació el 1 de agosto de 1920 en Roanoke, Virginia (EEUU). De raza negra, esta mujer eligió una mala época para venir al mundo, pero tras una ajetreada vida, encontró un buen marido y una numerosa familia. Había logrado alcanzar una situación estable y las cosas parecían marcharle bien, hasta que le comunicaron la terrible noticia: cáncer de útero terminal. El tumor era tan maligno que su progreso dejó atónitos a los médicos y a Henrietta, con ocho meses de vida. Se intentaron todo tipo de terapias, pero con 31 años de edad y cinco hijos, tres de ellos aún en la cuna, Henrietta moría en el hospital Jonh Hopkins el 4 de octubre de 1951. Esta, que podría ser una historia de lo mas común, se vuelve un hito cuando el joven médico George Gey se hace con un cultivo de las resistentes células extraídas del tumor de Henrietta y declara a los medios de comunicación que tiene en sus manos el cultivo continuo de un tejido tumoral humano, la primera línea celular inmortal de la historia. Gey y Henrietta ni siquiera habían llegado a conocerse. El material biológico perteneciente a la fallecida había pasado a manos de los médicos que la trataban y de éstos, a las probetas de Gey. Las observaciones de estas muestras celulares les habían llevado a una conclusión sorprendente: eran inmortales.
    Las HeLa no conocen la apoptosis y se multiplican indefinidamente Las HeLa no conocen la apoptosis y se multiplican indefinidamente
    Gey las bautizó como células HeLa, en principio creyendo que provenían de una mujer llamada Helen Lane, pero no fue hasta 20 años mas tarde cuando se supo que en realidad partían de una ciudadana negra pobre que había fallecido en 1950. Gracias a las investigaciones de Gey, estas células se conocieron en todo el mundo. Su particular característica las hacía muy atractivas para la investigación médica. No se conocía ningún tipo de célula que pudiera sobrevivir fuera del soporte vital humano y que, además, se multiplicara indefinidamente. Recordemos que las células normales se dividen hasta el llamado “límite de Hayflick” que en las células humanas es de unas cincuenta veces, pero las células HeLa se lo saltan a la torera. En cierto sentido, son inmortales. No envejecen. Mientras se les proporcione el entorno adecuado siguen creciendo y dividiéndose siempre que tengan nutrientes, oxígeno, espacio y algún medio de deshacerse de sus residuos. De hecho, decenas de laboratorios hoy día siguen trabajando con esta línea de células que partieron del tumor original hace ya 50 años. Las HeLa, además de poseer esta característica de multiplicarse eternamente, también presentan una resistencia inusual. Se dividen en 24 horas y doblan su número tan rápidamente que sorprenden. Son tan agresivas que pueden contaminar un cultivo cualquiera con una sola célula HeLa.
    Hoy los investigadores sospechan que su crecimiento agresivo y su resistencia a la apoptosis se deben principalmente a una combinación de papilomavirus 18 que produce una proteína que degrada p53 sin mutarla, y de alteraciones varias en los cromosomas 1, 3, 5 y 6. Pero nadie sabe aún exactamente por qué las HeLa poseen estas características de supervivientes natas, sin permiso de la naturaleza.
    La investigación de las células de Henrietta salvó muchas personas condenadas a una muerte segura La investigación de las células de Henrietta salvó muchas personas condenadas a una muerte segura
    El trabajo de Gey revolucionó el mundo de la biomedicina. Equipos de todo el planeta desentrañan los procesos cancerosos y genéticos gracias a las células de Henrietta, y muchas de estas investigaciones relacionados con premios Nobel.  Jonas Salk y sus colaboradores lograron por primera vez hacer crecer el virus de la poliomielitis en las prolíficas HeLa, lo que permitió desarrollar un test de diagnóstico y la vacuna salvadora. Las HeLa han estado presentes en destructivos ensayos atómicos y en los primeros vuelos al espacio, comprobando su resistencia a la gravedad cero. Hoy día, no hay un banco de tejidos donde no se almacenen viales congelados con la inscripción HeLa o un laboratorio de cultivos donde la herencia inmortal de Henrietta no ocupe algún frasco en el incubador. Quien no las emplea para estudiar el cáncer o la fisiología celular, las utiliza como línea de control por su facilidad de cultivo y su docilidad de manejo. Se calcula incluso, que la masa de células que existen en la actualidad podrían formar cientos de veces la masa del cuerpo de la propia mujer que las engendró. Y por supuesto, ventas billonarias de este “producto” que los laboratorios compran sin reparar en gastos. La familia de Henrietta jamás obtuvo ningun beneficio económico de todo esto.
    Aquí yacen los restos olvidados de Henrietta, en un rincón perdido de Virginia Aquí yacen los restos olvidados de Henrietta, en un rincón perdido de Virginia
    Estas células que Henrietta “donó” sin saberlo (su familia se enteró 24 años después) han contribuido a unos avances espectaculares en la medicina y la genética. Cientos de laboratorios de todo el mundo portan el estandarte genético de la que vivió y murió hace más de 50 años en una pequeña localidad llamada Lackstown, en Virginia. Allí se encuentra la tumba sin nombre, junto a la casa de su infancia, que entierra los restos de esta mujer excepcional, que la ciencia apenas recuerda y sin embargo, mientras lees estas líneas, sus células siguen creciendo y multiplicándose en aras de mejorar la calidad de vida de gente anónima que jamás conocerá ni el nombre de su benefactora. La venganza de Henrietta vendrá en la irónica idea de que cuando nosotros nos hayamos ido, ella aún seguirá viviendo en miles de probetas de todo el mundo.

martes, 12 de abril de 2011

Dice tener la fórmula de la inmortalidad



No es un loco, sino un prestigioso y laureado inventor e informático. Ray Kurzweil propone un plan para que el ser humano pueda burlar su fecha de caducidad por medio de la nutrición… hasta que la tecnología descifre cómo actúan todos nuestros genes y permita que vivamos eternamente. Explica su método en un libro titulado “Viaje fantástico” y augura que en 2030 por el ser humano viajarán minúsculos robots que regenerarán los tejidos. Dice que seremos mitad humanos mitad máquinas, que produciremos alimentos artificiales, pero que la mente sufrirá un trauma porque no está preparada para la eternidad.

por Ferran Viladevall /fotografías de Reto Halme

"Mi idea es de vivir indefinidamente", dice Ray Kurzweil con un tono de voz suave, casi sin inmutarse. La muerte, dice, "es una tragedia, una tremenda pérdida de cualidades, talento y relaciones". Además, los que se quedan lo hacen bajo el dolor y la aflicción. Unas emociones que él mismo —licenciado en Informática e inventor a quien se le concedió en ?999 el National Medal of Technology, máximo galardón en innovación tecnológica del país— pudo experimentar a los 22 años cuando un ataque al corazón se llevó a su padre.
Como su abuelo también perdió el tren de la vida a una edad temprana, víctima de un corazón débil, Kurzweil no se tuvo que esforzar mucho para discernir que sus días estaban contados. Es más, al serle diagnosticada una diabetes nada más superar la treintena, supo que si no tomaba cartas en el asunto el telón de la vida iba a bajar para él incluso antes que para su padre, que no llegó a los 60. "El asunto está en poder controlar nuestro destino. En extendernos más allá de nuestras limitaciones biológicas", revela Kurzweil, que con 57 años asegura tener un cuerpo —por dentro, al menos— correspondiente a una persona de 40 años.
Frustrado por la ineficacia de la medicina moderna, que le llenó de medicamentos y le hinchó como un pez globo, a finales de los 80 se empeñó en encontrar el camino hacia la inmortalidad. Un privilegio exclusivo de la mitología, a pesar de los múltiples deseos del hombre mortal por perpetuarse en este planeta. Hasta Alejandro Magno, aseguran, llegó a La India porque buscaba el agua de la inmortalidad —elixir sacado de una leyenda semítica—, y varios exploradores —algunos españoles— se dejaron el pellejo en América anhelando encontrar la "Fuente de la Eterna Juventud". Sin embargo, hasta ahora nadie ha conquistado la longevidad infinita. Kurzweil espera ser el primero, con el permiso del bíblico Matusalén, de quien cuentan llegó a los 696 años, claro.
Por currículo y conocimientos, este bostoniano de adopción —apodado por varios medios como un "Edison moderno"—, tiene posibilidades. Sus ideas e inventos, como la primera máquina lectora para ciegos, fueron clave a la hora de recibir el premio Lemelson-MIT, el "oscar" de los inventores, e ingresar en el Hall of Fame de los inventores en 2002.
Así, en su obsesión por conseguir extender su esperanza de vida, diseñó un programa que incluye tres fases o "puentes", presentados en su libro Fantastic Voyage, escrito junto al doctor Terry Grossman. El primero es un régimen alimenticio que sirve para prolongar la salud del cuerpo lo suficiente como para cruzar el segundo: la revolución biotecnológica. "Si sigues la dieta típica occidental con gran cantidad de productos con almidón o con harina y azúcar refinados hay muchas posibilidades de contraer enfermedades. Hay que cambiar los hábitos". Pero no sin razón o con "un par de conceptos como base", como otras dietas especialmente las destinadas a perder peso. "Lo más importante es que cada uno conozca su cuerpo. Cada uno tiene que adaptar el programa a sus necesidades". Y acompañarlo todo con una actividad física diaria para prevenir, no curar, porque las herramientas ya las tenemos. "Con lo que sabemos hoy día podemos ralentizar las enfermedades en un 95%, y el envejecimiento", afirma Kurzweil.
Si seguimos su régimen (ver cuadro adjunto) podremos disfrutar de una mejor calidad de vida hasta que la ciencia controle totalmente cómo se expresan todos los genes, tanto los humanos —hay entre 35.000 y 40.000—, como los del resto de especies. Con ese control llegará la posibilidad de cambiarlos o de introducir nuevos para hacer mejoras. Como ejemplos, Kurzweil menciona el vitravene, un medicamento comercializado en el mercado estadounidense que manipula el proceso de expresión de genes dañinos, y otra droga llamada aaATIII, que se produce en leche de cabras transgénicas, que sirve para inhibir el crecimiento de tumores.
En breve, y con esa manipulación genética, se podrán desafiar las leyes del envejecimiento que serían vencidas al cruzar el tercer y último puente, creado por la nanotecnología y la inteligencia artificial. Nuestros cuerpos serán invadidos por "nanorobots" —robots minúsculos inteligentes—, que moviéndose por las venas y arterias destruirán enfermedades y reconstruirán tejidos y órganos. Además "la gente tendrá un ordenador en sus cabezas que interactuará con sus neuronas biológicas", eliminando cualquier límite conocido de la inteligencia humana, que actualmente no se expande. "Nuestra longevidad estará conectada directamente a la fusión con la tecnología, que producirá un aumento de nuestro potencial creativo", vaticina Kurzweil. Conclusión: "Seremos unos híbridos". Una mezcla de partes biológicas y no biológicas. No mañana ni pasado, sino "hacia el año 2030".
La primera vez que anunció su teoría de mezclar carne y hueso con electrónica, fue recibido con frialdad "porque la gente se considera superior a las máquinas, piensan que es una degradación", se queja. Admite que fusionarnos hoy día con algún aparato sí que lo sería. Pero no en el futuro, cuando "las máquinas serán mucho más inteligentes que los humanos". Que no cunda el pánico.
Afirma que de momento podremos mantener nuestros cuerpos, que serán cada vez más perfectos, si no en belleza, sí en funcionamiento. Sin embargo, habrá que adaptarse a los nuevos tiempos, a la inmortalidad y a nuestro potencial ya que sus teorías futuristas están supeditadas a un cambio radical en nuestra psicología o constitución mental, que actualmente "no está diseñada para vivir cientos de años". Lo dicho. Si se quiere evolucionar hacia la inmortalidad hay que cambiar la predisposición mental. "Si todo lo que tenemos es la extensión radical de la vida, entonces nos encontraremos con un problema grave", advierte. "Si no nos marcamos retos, nuestra vida carecerá de trascendencia". Da igual que en el año 2?00 nuestra edad pueda llegar a los 5.000 años, según proclama el ingeniero informático Aubrey de Grey, del departamento de genética de la Universidad de Cambridge. Lo importante es estar motivado.
Reto masivo. Seguro que competir por un pedacito de pan en una sociedad que está previsto que supere los 8.000 millones de habitantes en el año 2050 será toda una motivación. Aunque Kurzweil parece tener una respuesta para todo y quita importancia a las predicciones de la ONU. Incluso de una lumbrera como Carl Sagan (?934-?996), el afamado astrofísico que vaticinó la presencia de ?2.000 millones de individuos hacia 2037. "Estas proyecciones no incorporan a aquellos que podrán extender la vida de forma radical", dice. O sea, que seremos muchos más. Pero eso no tiene que preocupar a nadie, ya que "el crecimiento de la población será mucho menor que los enormes avances en productividad debido a las nuevas tecnologías". Promete que "hacia 2020 seremos capaces de crear cualquier alimento o producto que necesitemos o queramos a partir de materia prima barata" con sólo conocer su información genética. Es más, cree que como seremos tan inteligentes, "nos propagaremos hacia el universo". Con lo que podremos mandar a quien haga falta fuera de La Tierra y así desocupar, si es necesario, unos cuantos cuerpos de casa. A menos, claro, que las parejas de inmortales decidan tener muchos hijos, ya que según Kurzweil, la descendencia será "un acto creativo, como una prolongación de una relación".
Como otra medida de contención, también argumenta que la nanotecnología nos permitirá "controlar, manipular y regenerar el crecimiento físico". Una afirmación que aunque sutil, da pie a sospechar del peligro de la aparición de Josef Mengeles en el futuro. Esta posible amenaza y otras quizás más peligrosas como la pérdida del control de uno mismo a manos de unos bytes, son munición utilizada por los luditas modernos, que se inspiran en el movimiento social organizado en el siglo XIX en Inglaterra, y que luchaban por evitar las consecuencias dañinas de los avances de la revolución industrial. "No conseguirán ralentizar estas tendencias", declara Kurzweil, quien a pesar de admitir que los intentos de neutralización de los luditas han cogido cierto ímpetu, "la idea del progreso tecnológico está profundamente arraigado en nuestro sistema democrático".
En su libro The Age of Spiritual Machines cita un pasaje del manifiesto de Ted Kaczynski, un supuesto ludita apodado Unabomber quien, contrariado por los efectos de los avances tecnológicos, aterrorizó al país con sus amenazas de bomba. "El hombre de a pie tendrá control sobre ciertas máquinas, pero el control sobre los grandes sistemas de máquinas estarán en manos de una elite", escribió Kaczynski, un sujeto que antes de terminar entre rejas tras matar a tres personas y herir a 29 con paquetes bomba, se graduó y doctoró en Matemáticas. El control sobre las masas en el futuro que pinta Kurzweil será aún mayor. He aquí entonces la profecía de Kaczynski: "El trabajo humano no será necesario, por lo que las masas serían superfluas".
Fin de una era.¿Quiere decir eso que el mundo, tal y como lo conocemos con sus estructuras sociales y políticas, va a desaparecer? En parte sí. "Los viejos paradigmas no desaparecen instantáneamente. Con el tiempo, se vuelven menos importantes y menos relevantes", analiza Kurzweil. Como ejemplo cita los blogs, o diarios personales colgados en Internet, que llaman a un cambio de comportamiento social. "Sin embargo, no significa que vayan a desaparecer los periódicos". Pero el sacrificio será inevitable. Habrá algunas instituciones que desaparecerán como consecuencia de la "descentralización de las comunicaciones electrónicas capaces de destrozar el control totalitario y sólo aquellas que tienen un sentido y que satisfacen las necesidades humanas adquirirán más fuerza".
Hablando de instituciones, si somos inmortales, ¿qué pasará con Dios? Kurzweil responde con unos segundos de silencio. Pero inmediatamente se pronuncia: "Debemos tener en cuenta que las religiones nacieron en una época en la que no había tecnología ni ciencia. Sin duda nos obligará a renovar nuestro sistema de creencias y nuestros valores en base a las realidades". Eso puede significar el fin de la religión y el de los patriarcas de la fe que venden otro tipo de inmortalidad, la del espíritu. "Puesto que el mundo creado no es autosuficiente, toda ilusión de autonomía que ignore la dependencia esencial de Dios de toda criatura —incluido el hombre— lleva a situaciones dramáticas que destruyen la búsqueda racional de la armonía y del sentido de la existencia humana", dejó escrito Juan Pablo II en su encíclica Fides et Ratio, de ?998. Una crítica abierta a la ciencia a la que acusó de "relegar al ámbito de la mera imaginación el conocimiento religioso y teológico", y de dar otros puntos de vista diferentes a la santificación de la vida "fragmentando el saber". Y eso no hace más que agudizar "esta duda radical que fácilmente desemboca en un estado de escepticismo y de indiferencia o en las diversas manifestaciones del nihilismo", dijo el recientemente desaparecido Santo Padre Wojtyla… Ante tal crítica, Kurzweil tiene una respuesta igual de razonable. Asegura que ante la falta de alternativas, hasta ahora "la preocupación de la religión ha sido racionalizar la muerte como algo bueno".
Sin embargo, se niega a aceptar que su postura sea tan lejana a la idea promulgada por las varias religiones que compiten por las almas de los ahora seres mortales. "¿Cómo ha sido descrito Dios?" cuestiona Kurzweil. "Como [un ser] ilimitado en saber, creatividad, belleza, amor e inteligencia". Si somos seres que evolucionamos —aunque sea con la ayuda de la inmortalidad a base de unirnos a las máquinas—, "es que vamos aumentando esas mismas cualidades", certifica. Y eso, por consiguiente, nos llevaría a acercarnos a Dios. Pero avisa, para los que tengan delirios de grandeza, que a pesar de movernos hacia adelante cada vez más rápido y ganar en complejidad —hasta el punto de ser testigos de que "las entidades no biológicas sean tan complejas como las biológicas—, nuestra evolución "nunca llegará al infinito".
Poner las teorías de Kurzweil en perspectiva es tarea difícil. "Realmente no he pensado mucho sobre este tema, es mejor que hables con otra persona", dijo evasivamente Gary Becker, Premio Nobel de Ciencias Económicas de ?992, actual profesor de Economía y Sociología de la Universidad de Chicago, al ser preguntado sobre el impacto de la inmortalidad. Igualmente, la Iglesia Católica mostró una total desidia por la teoría. Bill Joy, fundador de la empresa de cibernética Sun Microsystems, también se sintió amenazado por las ideas de Kurzweil y tuvo la necesidad de advertir al mundo a través de un artículo en la revista Wired —especializada principalmente en tecnología, negocio y política —, en la que irónicamente pedía renunciar a las tecnologías del futuro.
¿Da miedo Kurzweil? Es posible, por más que algunos le consideren un genio, como Sherwin Nuland, profesor de Bioética de la facultad de Medicina de la prestigiosa Universidad de Yale. Aunque Nuland matiza que quizás Kurzweil sea "un producto de esta era narcisista en la que la gente brillante se obsesiona con su longevidad", con la consecuente distorsión del raciocinio. "Se han olvidado de que están actuando por el básico miedo biológico de la muerte y la extinción", comenta. Un miedo ya descrito por el escritor ya fallecido Ernest Becker, ganador del premio Pulitzer en ?974 por su obra Denial of Death, en la que reflejaba el trabajo necesario del ser humano sometido a la "ansiedad que causa el axioma de la muerte", para mantener una higiene mental normal.
Aunque alguien lo discuta por lo inverosímil de sus objetivos, Kurzweil está sano y cuerdo. No va de profeta ni es el típico charlatán que vende humo. Su fórmula para llegar a la inmortalidad se basa en la ciencia y estima que su única satisfacción se produce cuando puede ayudar a la gente. "No sólo somos una fruta que crece en un árbol y que cuando está madura se cae siguiendo el orden racional de la vida y la muerte", dice utilizando una analogía en la que refleja su fe en el potencial de la raza humana.
No ha sido el primero en desafiar a la madre naturaleza y su equilibrio. Tampoco será el último en intentarlo. Pero como ha venido siendo costumbre desde que tenemos memoria, el tiempo será el juez y le dará o no —literalmente— la razón.
En www.kurzweilAI.net y en "Fantastic Voyage" (Rodale Books), de Ray Kurzweil y Terry Grossman. Se vende en la Red.

Inmortalidad


La inmortalidad ha sido un sueño desde el surgimiento de la vida del hombre; este objetivo pudiera alcanzarse en los próximos 20 años
La prolongación de la vida, es uno de los mayores retos que ha enfrentado el hombre desde su surgimiento; para intentar alejar de su horizonte un hecho tan irreversible como la muerte.
Es que disfrutamos vivir por encima de todo, no concebimos la inexistencia como una opción, aunque reconozcamos la muerte como un hecho real e inevitable preferimos olvidar su existencia, alejarla de nuestros pensamientos y temas de conversación.
Por ello la comunidad científica lucha por lograr una mayor expectativa de vida, de hecho algo se ha avanzado en este concepto; en 1876 la esperanza de vida de un ser humano era de 24 años hoy oscila entre los 76 años, con tendencia a prolongarse esta expectativa.
¿Será posible lograr la inmortalidad?
- El Dr. Ronald M. Klatz un innovadora autoridad, reconocida en terapias de medicina anti-envejecimiento", pronostica que para el año 2029 debido al desarrollo acelerado de las ciencias medicas, existen probabilidades reales que lleguemos al punto de descubrir como detener el envejecimiento y con ello lograr llevar la inmortalidad a la practica, alcanzando una esperanza de vida de 150 años o mas.
También para la futura fecha de el 2029, el Dr Klatz aspira que se halla encontrado la cura a enfermedades que provocan una alta mortalidad a nivel mundial; como las Enfermedades Cardiacas ,Cáncer , Sida, Alzheimer y la Diabetes.
- En el 2004 en declaraciones a la BBC, el Dr. Aubrey Grey un genetista de la universidad de Cambridge, afirmo la probabilidad que en un futuro inmediato los seres humanos pudieran llegar a vivir 1000 años, afirmando que algunos de los que alcanzarían esta meta, ya se encuentran entre nosotros. Sus argumentos están basados en lo que ha denominado -Estrategias para la Ingeniería Senescencia Insignificante- (SENS), proyecto que trabaja en prevenir el envejecimiento y los daños que se originan en los seres humanos con el transcurso del tiempo.
- En un articulo publicado recientemente en el diario The Telegraph, se recogen las opiniones del científico Ray Kurzzweil, que avizora también la probabilidad de la inmortalidad en el plazo de 20 años, teoría sustentada en un mayor conocimiento de el funcionamiento del cuerpo humano, con el uso de la para la sustitución de órganos vitales y células de la sangre, que afirma; superaran en eficacia a las existentes en el diseño humano.
¿Cual será nuestro próximo reto?
La inmortalidad ya no parece algo tan lejano o imposible desde el punto de vista científico, la probabilidad de prolongar nuestra existencia parece un hecho cercano, las interrogantes que nos puedan surgir en un futuro y nuestros temores, estarán basados en como será utilizada esta nueva oportunidad, por el hombre o si será correcto burlar un ciclo natural y cuanto beneficio traerá a largo plazo a la humanidad.
Si se lograra la inmortalidad en 20 o 100 años, habremos vencido a la muerte; pero lograremos vencer a la eternidad, vivir en paz, ser mas civilizados, respetar a nuestros congéneres, como garantizar que alguien no aprovechara esta oportunidad, para intentar dominar al resto de los habitantes del planeta bajo la sumisión y la esclavitud perpetua, esos desafortunados seres no se lamentaran extrañando la muerte que les ha sido arrancada de sus vidas.
Las invenciones muchas veces vienen acompañadas de una dosis de incertidumbre y polémica, por que el futuro siempre se hace impredecible en las manos del hombre, no obstante a ello siempre tendremos que seguir confiando en nosotros y en nuestra capacidad para encontrar soluciones, nadie nos juzgara por lo que hagamos en el futuro salvo nosotros mismos, por que no hay otras criaturas civilizadas hasta el presente ; pero quizás nuestro mayor reto a enfrentar en el futuro, sea lograr sobrevivir en la eternidad.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Himno a la inmortalidad - Poema de José de Espronceda

¡Salve llama      creadora del mundo,
lengua ardiente de eterno saber,
pero germen, principio fecundo
que encadenas la muerte a tus pies!
            
Tú la inerte materia espoleas,
tú la ordenas juntarse a vivir,
tú su lodo modelas, y creas
miles de seres de formas sin fin.
            
Desbarata tus obras en vano
vencedora la muerte talvez;
de sus restos levanta tu mano
nuevas obras triunfante otra vez.
            
Tú la hoguera del sol alimentas,
tú revistes los cielos de azul,
tú la luna en las sombras de argentas,
tú coronas la aurora de luz.
            
Gratos ecos al bosque sombrío,
verde pompa a los árboles das,
melancólica música al río,
ronco grito a las olas del mar.
            
Tú el aroma en las flores exhalas,
en los valles suspiras de amor,
tú murmuras del aura en las alas,
en el Bóreas retumba tu voz.
            
Tú derramas el oro en la tierra
en arroyos de hirviente metal;
Tú abrillantas la perla que encierra
en su abismo profundo la mar.
            
Tú las cárdenas nubes extiendes
negro manto que agita Aquilón;
con tu aliento los aires enciendes,
tus rugidos infunden pavor.
            
Tú eres pura simiente de vida,
manantial sempiterno del bien;
luz del mismo Hacedor desprendida,
juventud y hermosura es tu ser.
            
Tú eres fuerza secreta que el mundo
en sus ejes impulsa a rodar,
sentimiento armonioso y profundo
de los orbes que anima tu faz.
            
De tus obras los siglos que vuelan
incansables artífices son,
del espíritu ardiente cincelan
y embellecen la estrecha prisión.
            
Tú en violento, veloz torbellino,
los empujas enérgica, y van;
y adelante en tu raudo camino
a otros siglos ordenas llegar.
            
Hombre débil, levanta la frente,
pon tu labio en su eterno raudal;
tú serás como el sol en Oriente,
tú serás, como el mundo, inmortal.