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jueves, 21 de abril de 2011

Ganador del Premio Nobel parece haber descubierto que el ADN es capaz de teletransportarse

Ver la imagen Ganador del Premio Nobel parece haber descubierto que el ADN es capaz de teletransportarse Como si fuera la sustancia de la cual los sueños de ciencia ficción están hechos, el ADN parece emitir una onda eletromagnética a través de la cual se puede teletransportar. El científico Luc Montagnier, co-ganador del Premio Nobel por encontrar la relación entre el VIH y el Sida, ha realizado un experimento, publicado en este documento: DNA waves and water, que podría sacudir las bases de la ciencia establecida y avanzar hacia la comprensión de que el ADN, como los electrones y todas las partículas que componen el universo exhiben propiedades de conexión a distancia. Universo - El Todo es Uno (Interconexión Universal) Un acercamiento quizás, a que lo que permite que el universo sea telepático, telekinético o cualquier otra propiedad supuestamente paranormal, es que todas las cosas son una sola o al menos parte del mismo origen por lo cual se mantienen interconectadas, como muestra el entrelazamiento cuántico que exhiben las partículas subatómicas de las cuales estamos formados. En el experimento realizado Montagnier y sus colegas, esencialmente, tomaron dos tubos -uno conteniendo una secuencia de ADN de 100 bases y otro que contenía solamente agua pura y los aislaron en una cámara que neutralizaba el efecto natural del campo electromagnético de la Tierra para que no influyerá en los resultados. Los tubos de ensayo fueron almacenados en una bobina de cobre emanando un campo electromagnético débil. Horas después, los contenidos de ambos tubos de ensayo fueron expuestos a reacciones en cadena de polimerasa -una enzima capaz de transcribir o replicar ácidos nucleicos- para identificar remanentes de ADN através de este proceso que somete el contenido a enzimas que, de encontrar, harían copias de los fragmentos de ADN. Según Montagnier, el ADN fue recuperado en ambos tubos aunque uno de ellos sólo debía de contener agua. El Premio Nobel dice que encontró "una nueva propiedad de ADN M. pirum: la emisión de ondas de baja frecuencia en algunas diluciones de agua que se extendió rápidamente a otro ADN bacterial y viral". Montagnier y su equipo sugieren que el ADN emite señales electromagnéticas que imprimen la estructura del ADN en otras moléculas. En cierta forma, esto significa que el ADN se puede autoproyectar de una célula a otra, donde se realizan copias, en una especie de teleportación cuántica de material genético, una noción que será tomada con mucha resistencia por la ciencia mainstream. El experimento de Montagnier tiene que ser replicado y revisado por sus colegas, pero mientras tanto ya ha levantado el polvo espectral de la acción a distancia que tanto irrita a los científicos. De manera similar el profesor de Cornell, Darryl Bem, ha creado una enorme controversia por su trabajo mostrando que el cerebro humano es precognitivo, un trabajo que ha soportado la revisión de sus colegas, pero que de todas formas ha sido recibido con resistencia. Anterioremente, expermientos ya han realizado con éxito la teletransportación de informacióna 16 km de distancia, a través de entrelazamiento cuántico, esto es a través de la interconexión que exhiben las partículas que han estado en contacto y no a través de la aplicación de una fuerza física (conocida al menos). Igualmente significativo fue el estudio publicado en el ACS’ Journal of Physical Chemistry B, donde se encontró que: "Inexplicablemente, las fuerzas responsables del reconocimiento de secuencias pueden atravesar más de un nanometro de agua separando la superficie de su vecino más cercano de ADN". Es decir una forma de telepatía genética, donde codones de ADN parecen reconocer similitudes sin intercambiar proteínas o tener contacto físico alguno. Es posible que el ADN, el código de la vida en la Tierra y probablemente en el universo, "la serpiente cósmica", sea un organismo capaz de transmitir y recibir información a distancia como una antena; biotecnología más avanzada de lo que hemos podido desarrollar y descubir. En cierto modo el ADN es el Programador de esta matriz de realidad. Una misteriosa firma divina inscrita en las hojas del Árbol del Conocimiento. Fuente: Web

El extraño caso de la niña que no envejece

El extraño caso de la niña que no envejece Brooke Greenberg es una niña de 16 años muy especial. Nació el 8 de enero de 1993 pero actúa y luce como una beba de 6 u 8 meses. Brooke no habla, necesita atención constante, mide apenas 70 centímetros y no puede alimentarse sin ayuda. Los médicos no pueden explicar su extraña condición y se sabe que hay algo muy extraño en el ADN de Brooke, algo que podría contener el secreto de la eterna juventud… Brooke Greenberg nació en enero de 1993, a las 36 semanas de gestación y con un peso de 1,84 kg, y es la tercera de las cuatro hijas del matrimonio. La pequeña tuvo un parto relativamente normal y, a pesar de que tuvo que ser operada para corregir una dislocación en su cadera, todo parecía ir bien en ella. Sin embargo, rápidamente se descubrió que no era así. Sus padres, Howard y Melanie, observaron desconcertados que su hija no crecía. Pasaban las semanas y Brooke seguía siendo la misma beba de siempre. Asustados, los padres de Brooke comenzaron a consultar a especialistas (endocrinólogos, principalmente) pero nadie pudo explicar cuál era el motivo de esta situación. Han pasado más de 16 años y Brooke sigue teniendo el aspecto de una beba de poco más de 6 meses. No habla, hay que atenderla como si fuese un recién nacido, mide unos 70 centímetros de largo y ni siquiera puede alimentarse de forma normal. De alguna manera, su crecimiento está estancado y nada indica que esto vaya a cambiar en algún momento. Uno podría pensar que -dado que no crece- Brooke no se enferma, ni envejece. Lamentablemente esto no es así. Lo que sea que ocurre con su organismo, no la protege del deterioro físico. A lo largo de esta década y media de vida, la niña ha tenido severos problemas respiratorios, derrames cerebrales, úlceras e incluso un tumor que fue tratado con éxito Hasta el momento nada se sabe el origen de esta enfermedad, que ni siquiera tiene nombre ya que no se conocen otros casos parecidos. Los expertos han sido incapaces de encontrar una explicación para la extraña condición de Brooke, aunque el doctor Richard Walker, del Colegio de Medicina de la Universidad del Sur de Florida, sospecha que hay algún pequeño defecto en su ADN, algo que origina todo este desorden en su organismo. Dejando de lado el drama particular de esta familia, uno puede especular las posibilidades si se lograse determinar exactamente en qué parte del código genético de la niña se encuentra la causa de su casi nulo crecimiento. Si se pudiese separar esta condición, supuestamente genética, no sería raro que encontremos una pista hacia el secreto de la eterna juventud. Si descubriésemos que el gen “X” puede “rediseñarse” para que nuestro reloj biológico avance tan lentamente, quizás podríamos vivir toda nuestra vida luciendo como adolescentes (e, incluso, vivir unos cuantos años más). Alguna clase de terapia genética, quizás utilizando como vector un virus modificado, podría efectuar el cambio en cada una de las células que componen el cuerpo de un adulto, y podría frenar de golpe nuestro normal proceso de envejecimiento. Habría que trabajar duro para evitar todos los efectos colaterales que hoy están minando la salud de la niña de los Greenberg, pero la recompensa bien valdría la pena. Como sea, estamos bastante lejos de entender qué es lo que pasa en el cuerpo de esta pobre niña, y es muy posible que nunca comprendamos (al menos en un plazo de tiempo razonable) qué mal que la aqueja. Hoy por hoy, los médicos de Brooke no saben cuánto tiempo vivirá, pero están seguros de que, a pesar de que su cuerpo no crece, el deterioro físico (tarde o temprano) acabará con su vida. Fuente: Web