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martes, 17 de abril de 2012

Cinco Secretos para la Eterna Juventud

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Cinco secretos para la eterna juventud

Si lucir siempre bella ha sido el máximo anhelo de la mujer durante siglos, mantenerse joven es la utopía que llevó a muchos a pelear por la fórmula de la eterna juventud.
Parece que todos los problemas de envejecimiento hoy ya tienen una solución y, lo mejor de todo, es que el compuesto desarrollado para el tratamiento proviene de una bacteria descubierta en nuestra Isla de Pascua.
En un artículo publicado en Emol.com se informó que “científicos estadounidenses y colaboradores de la Escuela Médica de Harvard, habrían encontrado un fármaco para reducir el riesgo de rechazo de órganos trasplantados que podría ser la fuente de la eterna juventud, ya que parece revertir los daños causados en el ADN por el envejecimiento”.
Esto significaría que podremos regenerar nuestros tejidos desde la información de nuestros genes ¿no es maravilloso? Aunque es un  descubrimiento revelador, especialmente para los que sufren la enfermedad de  Hutchinson-Gilford (los que envejecen prematuramente), es probable que sea una solución a largo plazo y, por cierto, cara.
Pero mientras este “elíxir” llega a nuestras vidas, les puedo dar algunos datos que se han transmitido de generación en generación y que igual sirven para lucir siempre fresca y reluciente.
Eterna juventud
Foto: El Mercurio
Lavarse la cara permite eliminar las células muertas de la piel.
1.- Lavarse la cara antes de dormir
Mi abuela paterna siempre me dijo “lávese la cara todas las noches antes de acostarse, así siempre lucirá joven”. Y parece que tenía razón. Desde mi infancia puse en práctica sus sabios consejos y hasta la fecha, sagradamente no me acuesto sin antes lavarme la cara. Bueno, por algo PinPon lo decía en su mítica canción.
Sacarse la mugre del día con agua de la llave, permite que las células muertas se vayan, renovando la primera capa de la piel, por ende ayuda a mantenerla revitalizada y luminosa.
2. Tomar agua
¿Cuántos vasos de agua tomas al día? Las células necesitan mantenerse hidratadas para cumplir con su función principal que es reproducirse y seguir regenerándose.  Si logras ingerir un litro y medio de agua al día, tu cuerpo fluirá más fácilmente, y tu piel tendrá la humedad requerida para lucir lozana y por siempre joven.
3. El Vino
¡Oh brebaje divino! Definitivamente el vino es el mejor remedio para el cuerpo y para el alma. Claro, en su medida justa. Lleno de antioxidantes, hierro, vitaminas A, C y varias del complejo B,  entre otros componentes. El vino es la mejor bebida para conservar en equilibrio nuestro cuerpo. Como es un vasodilatador, estimula circulación, ayuda a bajar el colesterol entre otras propiedades. Pero la principal es que evita que las células se oxiden y con ello envejezcan. Por algo los griegos y los romanos le asignaron un dios para rendirle homenaje y cuidarlo.
4. Máscara de Aloe Vera
Si estás cansada de gastar altas sumas de dinero en cremas y tu piel siempre la sientes reseca, entonces anda al supermercado y compra una hoja de aloe vera. La pelas y el gel lo mueles en la licuadora, lo puedes mezclar con agua para tomarlo o lo puedes aplicar en tu rostro como máscara facial. El resultado un rostro más hidratado y brillante. El aloe vera es ideal para las pieles rojas y sensibles, actúa como antiflamatorio, cicatrizante y regenerador.
5. Dormir y Respirar
Mientras estás en los brazos de Morfeo, tu cuerpo sigue trabajando y cuando duermes bien, todas tus células se revitalizan fácilmente. Al adquirir un ritmo de respiración más profundo, entra más oxígeno y por ende el proceso de regeneración de nuestras pequeñas amigas es más rápido y nutritivo. Si fuésemos más conscientes de cada respiración que hacemos y si hiciéramos todo lo posible por descansar como corresponde, nuestro cuerpo no tendría que esforzarse para adquirir la energía que necesita para mantenerse vivo, por ello es importante darle lo que necesita en la dosis justa.
Y si no sabes cuál es la dosis, escucha a tu cuerpo. Si tienes sed, toma agua; si tienes ganas de comer una manzana, cómetela; si necesitas descansar, tómate un minuto, respira y sonríe; recuerda que tu cuerpo es tu templo y como tal lo tienes que honrar y entregarle lo mejor siempre. Finalmente este es el secreto de la juventud eterna, el secreto de la atemporalidad.

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